Sé que este trabajo puede no ser bien recibido por ciertos sectores de la sociedad, y habrá quienes lo consideren machista,porque parece ser que una mujer del siglo XXI supuestamente feminista, no puede mirarse su propio ombligo y hacer autocrítica dentro del género.
Sinceramente creo que para cambiar ciertos estereotipos y evitar el sexismo descarado, nosotras mismas deberíamos poner de nuestra parte. Y con poner de nuestra parte me refiero a que, si no nos gusta que nos traten como un objeto decorativo, lo primero que deberíamos hacer es evitar comportarnos como tal.
Las fotografías de este proyecto en la mayoría de los casos son exageraciones que ridiculizan ciertos comportamientos disfuncionales que realizan las mujeres. Algunas, estos comportamientos los presentan a diario, otras hemos participado de ellos en algún momento de nuestra vida, la cuestión es que no nos damos cuenta de lo absurdas que podemos llegar a ser hasta que nos miramos detenidamente y analizamos nuestra conducta. Dicho esto habrá quienes piensen que los hombres también tienen comportamientos ridículos y disfuncionales, por supuesto que los tienen, pero en este momento he preferido hacer autocrítica, lo que no significa que en algún momento de mi vida no haga una serie centrada en ellos(la haré).
Como se trata de una serie fotográfica, crítica y de corte satírico, he usado el color naranja como hilo conductor entre todas la imagenes que la componen. Ademas le he dado una estética bastante kitsch a todas las fotografías, para envolver al proyecto dentro del contexto de la burla. Podríamos decir que se trata de un trabajo con mal gusto a conciencia.
Dentro de que todas las fotografías presentan una estética similar, cada una está compuesta por elementos diferentes que poseen un significado distinto y, por tanto, cada una critica facetas diferentes de la vida de una mujer cuyo único propósito en su día a día es trabajar en la estética de su cuerpo para lucirse y aparentar. La serie se abre y cierra con dos bodegones, y el resto de imágenes que la componen son planos detalle del cuerpo de varias modelos.
Si tuviera que colocar este trabajo dentro de una corriente artística, lo haría entre el subjetivismo y la fotografía conceptual.
Si os interesa este tipo de fotografía os recomiendo el trabajo de la fotógrafa gallega, María Moldes, especialmente su serie "Imágenenes de la vida radioactiva".